
Meliadus, señor de Lyonesse había estado en guerra con otro señor llamado Morgan. Cuando por fin habían llegado a un pacto de paz, Meliadus decidió partir a Cornualles donde el rey Mark gobernaba. Allí demostró sus habilidades durante un torneo en el que salió campeón. Inmediatamente, la hermana de Mark, Blanchefleur, se enamoró perdidamente del caballero victorioso quien le pidió la mano. Pero el Rey Mark lo prohibió obstinadamente lo que no impidió que los amantes se casaran en secreto.
Luego de haber tenido un hijo a quien llamaron Tristán, los rumores de que Meliadus había muerto llegaron a la Corte y Blanchefleur murió de pena.
Así el niño Tristán creció desconociendo quiénes eran sus padres y fue educado por el fiel servidor de Blanchefleur, Kurvenal. Él lo educó tanto en el manejo de las armas como en el arte, y el joven pronto aprendió a tocar muy bien el arpa.
Cuando Tristán tuvo suficiente edad, salió en busca de aventuras, hasta que el destino lo llevó a las puertas del castillo del Rey Mark, en Cornualles. Allí se enteró de la verdadera historia de su linaje y fue recibido muy atentamente. Decidió vengar la muerte de su padre retando a combate a Morgan a quien terminó venciendo.
Pero pronto un emisario del rey de Irlanda, Morold, llegó a la Corte del Rey Mark para cobrar sus exagerados impuestos. Tristán no pudo permitir tamaña injusticia por lo que lo retó a combate. Tristán terminó por acabarlo, pero recibió una herida del arma envenenada de su contrincante que sólo podía curar la hermana de Morold, Isolda.
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