jueves, 21 de mayo de 2009

“La metamorfosis” Kafka

Ensayo: “La metamorfosis” Kafka
El eterno problema del trabajador común y corriente, que tiene que levantarse todas las mañanas, desayunar al apuro, ir al sitio de trabajo, estar ahí 8 horas, salir de regreso a su casa, compartir un poco con los seres que le rodean, luego ir a dormir y hacer esto todos los días para sentirse útil, llevar el pan a su casa y apoyar a las personas que dependen de él.
Este es el caso de Gregorio Samsa, un individuo como muchos, que andan por ahí, con la rutina de hacer todos los días lo mismo, sintiéndose querido y respetado por las personas que lo rodean y a las cuales él brinda seguridad y alimento.
¿Pero qué pasaría, si un día al levantarse en la mañana, ya no pudiera ir a su trabajo, hacer las cosas que hacía, traer el dinero a casa, brindar seguridad y apoyo a los suyos? ¿Seguiría siendo tratado igual, respetado y considerado por los suyos?...o simplemente se convertiría en un estorbo, una carga insoportable, un bicho inmundo y asqueroso al cual quisieran eliminar.
“Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertó convertido en un monstruoso insecto”.
Gregorio Samsa, un trabajador como cualquier otro, que dejaría de lado hasta a su familia por cumplir con su trabajo, ganar un sueldo y poder mantenerse él y su familia, despierta un día convertido en un espantoso insecto. Esto es terrible, ya que a partir de este momento se convierte, de un ser normal y productivo, en un bicho inútil y parásito.
La familia a la que el cuidaba y mantenía, le da la espalda, lo desprecia y aborrece. Su apariencia de insecto es solo una metáfora que utiliza muy bien Kafka para demostrar gráficamente como puede ser tratada una persona o alguien diferente cuando no cumple con las funciones que la sociedad le impone. Deja de ser un ser humano normal, para convertirse en un individuo que apesta y molesta ante la presencia de los demás.

Su jefe, su familia y la sociedad, no lo apoyan en su nueva condición, extraña e inaceptable. Él era querido, respetado y aceptado, mientras cumplía fielmente todas las imposiciones y rutinas que su familia y la sociedad le imponía; cuando dejó o estuvo incapacitado de cumplirlas, simplemente se convirtío en un bicho inútil y despreciable.
Finalmente murió, marginado, solo y miserable, como mueren los seres que se atreven a no cumplir las normas y obligaciones que deben cumplir.
Esta obra nos pone ante los ojos en forma muy humana, la necesidad de fortalecer las relaciones personales con quienes nos rodean, que nos permitan desarrollarnos normalmente y ganar autoestima, sobre todo en la familia. Así se evita que alguien, que está incapacitado de tener relaciones auténticas, bloquee su desarrollo personal y se vea marginado hasta considerarse como un repugnante insecto.
Gregorio Samsa no fue nunca maltratado, ultrajado, humillado, pero él se vio reducido a un mero medio para el sostenimiento económico de la familia y necesitó, para cumplir esa función, someterse a un modo de vida mecánico, poco creativo. Su vida no le era más que una sucesión inerte de actividades rutinarias, por lo tanto carecía de completo sentido. Esa falta de sentido auténticamente personal queda expuesta en este libro y en la falta de posibilidades que implica el ser reducido en un insecto, la muerte total de la libertad, siendo la carcaza del insecto una especie de cárcel ambulante. El protagonista desaparece de la escena cuando se rompe el débil hilo que lo unía al mundo del afecto y el trato social, siendo reconocido por todos sus prójimos como un repugnante y apestoso bicho

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